El terror de mi culo
Desde la llegada de dicho pedazo de madera forrado de manera horrenda, mi vida viró en varios sentidos, a saber:
- No puedo estudiar, no logro concentrarme.
- No puedo comer cerca de eso, se me cierra el estómago.
- No puedo ir de cuerpo, sentarme en el inodoro me recuerda al sillón.
- Me senté un minuto y se me torció la columna.
- Tuve pesadillas con el diseño, me da miedo.
- Me duele el culo de verlo, al sillón...
- El olor a nuevo (cola vinílica parece) me da efecto porro, bueh ojo.
- Más que nunca ahora deseo mudarme y no me lo llevo ni regalado.
(Agradecimiento top: a mi celular por debutar en el blog, sacando esta bella foto =P)
Derrochado x Fran a las 1:47 p. m.