En la calle 2
Porque no sólo hay palomas histéricas en la calle, también hay padres permisivos inculcadores de huevadas. Por qué digo esto? No me mientan, todos en algún momento de nuestras miserables vidas tuvimos a metros a un ser infante disfrazado de hombre-araña (con zapatillas a contra tono, claro). Y qué pasa con estos nenitos de mierdas? Simple, se piensan que son el cosmopólita súper-héroe y no dejan de tirar patadas al aire, piñas a la nada y etc etc. y uno está cansado, más en esta época del año... sí, que la facultad, el stress de la familia, que el perro se comió a tu vecinita o que tu hermano caga con mucho olor y no deseas, entonces, más que agarrar al prepuber de su cogotito, retorcerlo suevamente (o no!) y verlo irse a mejor vida, donde el disfracesito no le va a servir...
Igual no es TAN así... lo mirás con cariño, le sonreís y luego mirás a la madre diciéndole: "No, pero este chiquito es amoroso... No NO! NO!!! las pataditas como van a doler? si es un nene! (mocoso de mierda, pendejo hijo de puta, no voy más a la plaza a leer, me oís grandísimo pedazo de CACA!) :)"
(Después de todo, yo me disfrazaba de pantera rosa...)
Etiquetas: En la calle, Gente
Derrochado x Fran a las 10:18 p. m.