Fantasías animadas de ayer y hoy, presenta:
Me pasa que ultimamente no hallo conexión con el blog. Me pasa que lo veo feo, pálido, triste, vacío, sin sentido y con otros sentidos. Me pasa que me aburre con pasión y me estresa abrirlo. Me pasa que de pensar en postear comienza a dolerme las articulaciones, la cabeza, me cambia el humor y me desespero. Me pasa que me siento a escribir y todo me parece cualquiera y todo me parece de terror. Entonces, todo eso, tiene una conclusión y reflexiono: mi vida es cualquiera capaz. Y acto seguido, decido abandonar el blog como una mujerzuela dejaría a un hijo deseado en la puerta de una iglesia, que lo deja por el simple hecho de no poder con él. Ni querer, ni poder.Pasa una semana, dos, un mes y no entré más a verlo, pero aun así siempre me acuerdo que hay un hijo mío abandonado que ya tiene más de 4 años y que supo ser importante. Entonces es más lamentable la pena que me causa el abandono que tener al crío y darle una vida un tanto sugerente.
Entonces me siento una noche de sábado frente al blog, tardo en loguarme porque no me acuerdo como lo hacía y entro. Entro y directo creo una nueva entrada y sin pensarlo mucho sale esto. Y en esto resuena el popular cántico que dice "otra oportunidad, otra oportunidad..." y así repetidamente hasta el hartazgo.
Entonces, sin respirar, posteo algo. Pienso un título rápidamente (se lo pongo) (qué mierda puse!?) Etiqueto el post (cosa que antes no existía) y pongo un punto final y Publicar entrada.
Ah, y después de muchos años, no voy a poner más una frase entre paréntesis al final del coso (post) Derrochado x Fran a las 11:54 p. m.