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    jueves, febrero 26, 2009

    De como la naturaleza es sabia...

    "Cuando todo parecía no tener un claro límite, ni un stop determinante que pusiera frenos a mi gula, pasó algo mágico... algo inesperado; como la mano de Dios pero atajándome de una obesidad mórbida que venía hacia mí con los días contados..."

    Y yo entiendo que las cosas no las hice del mejor modo y que lamentablemente tiendo a ser una especie de termómetro de peso con un mercurio que arde constantemente y en el cual subo y bajo sin muchos resquemores... oscilando kilos salvajemente y destruyendo mi cuerpo con alguna que otra queja; nada guau.

    Podría excusar que después de rendir ese único examen final, me relajé - qué vil - y entré a darle a todo lo que fuera comestible sin muchos complejos. Podría ser, tranquilamente, que todo lo que estaba a mi alrededor era algo rico, lleno de interesantes sabores y llamativos gustos ideales a mi paladar tercermundista... Qué sabroso. Qué feliz soy comiendo.

    Y así, no paré nunca de masticar y tragar - al ritmo de la respiración - pero no sólo por gula, sino porque realmente tenía hambre y nada llenaba ese espacio vacío que en un rincón de mi estómago siempre está.
    Comía, deglutía y era feliz. Ya no me importaba nada, ni mi figura ni mi cara invadida por los cachetes crecidos... y a esto se sumó un crecimiento escandaloso de mi culo y una extraña aparición de pelos en mi cuerpo - pero eso es otro cantar -
    Era Lanata, ponele.

    Cuando pensé que ya nada lograría hacerme dar marcha atrás, sucedió el milagro tardío de navidad: amanecí con fiebre, ganas de vomitar y una cagadera genial que me alegró la existencia a tal punto que festejé durmiendo siestas de dos horas en mi puesto laboral. Concluyendo con el diagnóstico: dos días de probar apenas bocado gracias al encantador empacho salvador con vistas a unos días más de cuidados medios para no terminar lanzando el mazapán en cualquier lado, porque sí, antes muerto que sin estilo.

    La parte mala, porque todo tiene un lado down si es up y up si es down (?): me perdí de manjares delicadamente expuestos en la mesa de cumpleaños de
    Botona y tampoco terminé de disfrutar restos deliciosos del festejo del natalicio de mi hermano... pero esto es así, en el amor como en la comida: hay revancha.

    (?)

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    Derrochado x Fran a las 12:22 a. m.