Se podría pensar tranquilamente que me volví monotemático, cosa que no me sucedió cuando me rompieron el corazón en 1038 pedazos, ni cuando yo rompí algún corazón, ni cuando mi viejo estuvo internado 3 meses de los cuales 2 fueron en coma, ni cuando narro el alivio que provoca sacarse materias de encima. Tampoco me volví seguidor de un tema en especial ni cuando murió el Papa, ni con la llegada de Obama, ni con todo el amor que siento irreclinablemente por Leevon, el Capitán del Irizar, Wendy Sulca u otros. Sí me ha sucedido de hablar continuamente de mi admiración sin prejuicios hacia Roberto Sánchez, que confieso: me pondría de pie ya mismo. En fin, nada de esto sucedió, aunque bien pudo suceder... hasta hoy.
Me veo en la obligación de venir a plasmar acá que cada vez que oigo/ veo imágenes de Susana diciendo: "el que mata, tiene que morir", no sé, es como que me agarra algo. Como que me va a dar algo. Se me impregna el cuerpo de una emoción terrible. Me invade una dicha casi celestial en el corazón y me lleno de orgullo y energías "+++" (que canchero soy para decir "positivas") Insisto, no pensemos en si en la frase, pensemos en que es la frase más grosa de los últimos tiempos, a mi consideración, que deja atrás a otras como: "demasiado esfuerzo hago, carajo mierda" "si querés llorar, llorá" "buenas noches, América" Etc.
En fin, este blog perdió la cabeza y ahora es anárquico, y en cualquier momento le cambio el nombre...
Es vox populi el discurso con tintes de bronca que Susana dio hace menos de una semana en la puerta de su mansión cuando, invadida por la bronca, llamó a la prensa para desahogar la pena que le causó el asesinato sin códigos de un colaborador suyo. Entre insoslayables pedidos de justicia mechó una inquietante frase maravillosa como "el que mata, tiene que morir" ¡Para qué! cuando oí eso pegué un grito de sorpresa, salté de mi silla y fui corriendo a buscar a mi vieja para decirle escandalosamente: Susana es todo. Mi vieja, a su vez, decía: "yo no lo puedo creer, yo no lo puedo creer", sin parar.
Digo que es una frase maravillosa porque entiendo que Susana no busca la renombrada pena de muerte, pero si un poco de mano más dura u otros manejos en cuestiones judiciales. No voy acá a ponerme a hacer un análisis de discurso ni mucho menos a debatir sobre la muerte en manos ajenas, pero quiero que quede claro SÓLO una cosa: Susana estaba pasando por un momento calamitoso de nervios y angustia, y tiene todo su derecho a opinar; y así como salieron a darle apoyo gran parte de la colonia artística, MaT se suma a: Carmen, Cacho, Moria y a Roberto que disparó una frase tal como "el que piensa que Susana estuvo mal, que se corte un dedo de la mano".
Mierda, qué sangre gitana!
Les aviso que estoy como loco y en cualquier momento salgo a matar pibes chorros.